Poco conocidos hechos sobre Citas bíblicas de esperanza.

Poco conocidos hechos sobre Citas bíblicas de esperanza.

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Confesar o desmentir nuestra creencia en Jesús frente a Dios es un tema muy importante en la vida cristiana. Debemos estar preparados para carear el rechazo y la persecución cuando predicamos el evangelio, pero igualmente debemos ser firmes en nuestra Convicción y no renunciar a Él ante el rechazo de las personas.

Pero el Señor es un maestro que no nos deja solos. Nos asiste porque conoce nuestra pasión y sabe que necesitamos ser acompañados.

Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su bienquerencia en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha hexaedro.

Y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han manifestado su Confianza con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Dios con una firme constancia.

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Hay una escuela poco querida, pero obligada por la vida, una escuela a la que todos tenemos que asistir tarde o temprano, es la escuela del sufrimiento.

Lo que Kushner llama las leyes de la naturaleza y lo que los científicos llaman las leyes de la física gobiernan el universo, y estas leyes, para bien o para mal, afectan a los justos y los malvados.

La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de la gran escuela de sufrimiento y abre un camino que nos permite releer nuestro sufrimiento. Una bella consejo de Luisa Restrepo

En prontuario, los textos bíblicos que relatan el sufrimiento de Cristo durante su crucifixión nos muestran el aprecio sacrificial de Jesús y su comisión de redimirnos del pecado.

Jesús crucificado se halla misteriosamente presente en toda persona que sufre. Y el mismo Jesús, mediante todo discípulo suyo que vive el Evangelio de la misericordia, quiere seguir acariciando con su get more info simpatía compasivo a cada persona que llora en su desconsuelo.

Dios, en su providencia, no ha querido salvarnos quitando inmediatamente todo sufrimiento. Ha preferido hacerse compañero nuestro en el sufrir y padecer Él mismo con nosotros, para amarnos mediante el sufrimiento y convertirlo Ganadorí en útil de salvación. Mirando al Crucificado luego nadie puede creerse en sus angustias incomprendido u olvidado por Dios.

Porque yo conozco muy acertadamente los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.

La esperanza del retorno del Hijo del hombre nos inspira a continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento y la traición, con Certeza firme y confianza en Dios.

Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el simpatía de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom 5:5).